El portafolio: ventajas e
inconvenientes
Ventajas:
Hace
al alumno protagonista de su propio aprendizaje (esto lo decía ya en una
entrada anterior a propósito de la reflexión sobre las evidencias) y además
resulta más atractivo y motivador; y eso
es hay una importante ayuda para afrontar los problemas del abandono prematuro
del alumnado del sistema educativo (he aquí una reflexión desde la realidad de
mi centro) e incluso puede implicar en el trabajo en el aula a cierto perfil de
alumnado que en una enseñanza más tradicional acaba desarrollando
comportamientos disruptivos.
Añadido
a lo anterior, el protagonismo en el aprendizaje con el que comenzábamos la reflexión
supone también la implicación en la evaluación, esto es, la autoevaluación; no
sólo en el final de las tareas sino durante la elaboración de las mismas lo que
puede permitir salvar dificultades y reconducirlas de forma finalmente más
exitosa.
Implica
lo anterior además la ventaja de “obligar” a un ritmo más constante y diario de
trabajo que ayuda a la verdadera asimilación de lo aprendido y un mejor
aprovechamiento de los aprendizajes anteriores en los aprendizajes siguientes.
Aquí
encontramos una de las mayores ventajas, desde mi punto de vista, de esta
herramienta y es que recoge –y reflexiona- sobre el propio proceso en sí de
desarrollo de las tareas. Es una “meta-información” que normalmente no se
explicita pero que es pieza clave en la verdadera asimilación y aplicación del
aprendizaje. Ser consciente en cada paso de las dificultades que se han
encontrado y superado de forma satisfactoria y de la reflexión sobre el propio
camino y no sólo sobre la conclusión aporta un profundo conocimiento del saber
hacer, esto es, del aprender a aprender que proporciona una autonomía clave
para futuros aprendizajes.
Si
realmente el seguimiento del profesor del trabajo en el portafolio es todo lo
cercano que debería ser, supondría además una interacción muy enriquecedora del
proceso de aprendizaje del alumno.
Desde
el punto de vista de la formalidad del trabajo presenta también importantes
ventajas ya que se trata de una herramienta muy versátil que puede recoger muchos
tipos distintos de evidencias. Al final de esta intervención se plantea la
cuestión de ventajas e inconvenientes del formato “papel “y del formato “electrónico”
del portafolio. Si nos decantamos por la opción del formato “electrónico”
incluiríamos también el desarrollo de la competencia digital (además del
aspecto de tratamiento de la información que sí se da en el portafolio
tradicional).
Inconvenientes
El
mayor desde el punto de vista de los inconvenientes (no per se, sino al igual
que todos los modelos docentes y de evaluación) es que debe estar basado sobre
un amplio consenso docente a nivel de centro o, en el caso de secundaria al
menos a nivel de departamento; para evitar perjudicar al alumnado con
diferentes metodologías y formas de evaluación. Lógicamente esto dependerá
también de la estabilidad de la plantilla de los centros y de la realidad de la
situación laboral del personal docente que no en todos los casos incide
positivamente, ni cuando se porque se da ni cuando no se da por lo contrario.
Desde
el punto de vista estrictamente curricular el mayor problema estriba en la dificultad
para valorar el aprendizaje sobre ciertos tipos de contenidos y destrezas en
ciertas áreas de conocimiento. La solución a esto puede consistir en no
establecer el portafolio como el único instrumento de enseñanza-aprendizaje y
de evaluación sino que forme parte de un planteamiento más amplio que incluya
otros instrumentos.
Planteábamos en
la reflexión sobre las ventajas la cuestión de aclarar el “formato”: ya que el
papel es más accesible y supone menor dependencia de la técnica tanto en casa
como en el aula aunque el volumen de información puede hacer el formato papel
difícil de manejar además de perder limpieza y “vistosidad” (en el buen sentido)
No hay comentarios:
Publicar un comentario